Los babilonios fueron los primeros en crear un sistema que funcionase para medir el tiempo. Al comienzo lo contaban con meses lunares, es decir, en ciertos días del mes ponían actividades específicas. Estos días coincidían con las cuatro fases de la luna (creciente, llena, menguante y nueva) y dividían al mes en cuatro períodos de siete días. Con el pasar de los años, esos períodos se separaron del mes lunar y se convirtieron en las semanas.
Por otra parte, las galaxias están formadas por millones de cuerpos celestes, entre ellos están los planetas (que eran siete los que conformaban la astronomía clásica): el Sol, la Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus y Saturno. ¿Te suenan familiares?
Si los organizamos en una lista de acuerdo al orden de los días de la semana, quedarían de la siguiente manera:
Lunes – día de la Luna
Martes – día de Marte
Miércoles – día de Mercurio
Jueves – día de Júpiter
Viernes – día de Venus
Sábado – día de Saturno
Domingo – día del Sol (hace relación a Sunday en inglés)
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